El desorden no es un problema. El desorden es el mensaje.
Hay dos maneras de ver el desorden: como un obstáculo o como una oportunidad.
La primera ve el desorden como algo que hay que superar. Es algo que se interpone en nuestro éxito, algo que hay que eliminar. Lo vemos como un problema, algo que hay que arreglar.
La segunda forma ve el desorden como una oportunidad. Es la fuente de la creatividad y la innovación, el lugar donde nacen nuevas ideas. Es donde aprendemos y crecemos. Es donde conectamos con los demás.
¿Qué punto de vista adoptará?