Una de las cosas en las que he estado pensando últimamente es en lo fácil que es dar las cosas por sentadas.
Damos por sentado que tenemos agua corriente, electricidad y un techo. Damos por sentado que tenemos comida que comer, ropa que ponernos y una cama en la que dormir.
Damos por sentado que vivimos en una sociedad en la que somos libres de decir lo que pensamos, de rendir culto como nos plazca y de perseguir nuestros sueños.
Todas estas cosas son regalos y, sin embargo, a menudo las damos por sentadas. No nos damos cuenta de lo afortunados que somos y de lo mucho que tenemos que agradecer.
Así que hoy te reto a que pienses en todas las cosas que das por sentadas. Haz una lista de todas las cosas por las que estás agradecido, por pequeñas que parezcan.
Y luego tómate un momento para apreciar todo lo que se te ha dado. Es fácil olvidar lo bien que lo pasamos, pero cuando nos detenemos a reflexionar sobre todo lo que tenemos, es imposible no sentirse agradecido.