Algunas personas se preocupan excesivamente por el futuro, hasta el punto de que se convierte en una parte importante de sus vidas. Para algunos, preocuparse por el futuro es una forma de evitar enfrentarse a los problemas del presente. Sin embargo, no hay ansiedad que pueda cambiar el futuro. El pasado no puede cambiarse y, por mucho que alguien se preocupe, siempre hay incertidumbre en el mundo.
El futuro
El pasado ya ha sucedido, y el futuro aún está por escribir. Lo que ocurre en el presente es lo que determinará nuestro futuro. Si nos centramos en nuestros miedos y preocupaciones, sólo conseguirán tomar el control de nuestras vidas y robarnos la felicidad. Si nos desprendemos de nuestros miedos y preocupaciones, podemos permitirnos estar abiertos a las posibilidades y disfrutar del momento presente.
Preocuparse por el futuro no cambiará nada
Aunque preocuparse por el futuro puede ser una preocupación normal y saludable, en realidad no cambiará nada. El futuro es imposible de predecir, por lo que preocuparse por él sólo hará que te sientas más ansioso y estresado. En lugar de preocuparte por lo que pueda ocurrir, céntrate en cuidar de ti mismo ahora mismo e intenta disfrutar de tu vida.
Acepta lo que no puedes controlar
La verdad es que preocuparse sólo añadirá más estrés y ansiedad a una situación ya de por sí difícil. Preocuparse también puede dar lugar a pensamientos negativos, que pueden agravar aún más el problema. En última instancia, preocuparnos por cosas que no podemos controlar sólo hará que nos sintamos peor. Así que intenta centrarte en las cosas que puedas controlar y deja ir el resto.
Aceptar que algo está fuera de nuestro control puede ayudarnos a centrarnos en las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra situación. También puede hacernos más resistentes ante retos difíciles. Aceptar lo que no podemos cambiar nos ayuda a centrarnos en lo importante y nos libera de la preocupación y la ansiedad.
Vivir el presente
Lo que hacemos hoy es lo más importante, y preocuparnos por el futuro sólo nos impedirá disfrutar de nuestro presente. Vive el presente y céntrate en lo importante, y todo lo demás saldrá bien. Intenta vivir cada día como si fuera el último, y aprovecha todo la vida ofrece.
Dedíquese tiempo a sí mismo
La relajación y el autocuidado son importantes para reducir la ansiedad. Esto significa dedicarse tiempo a uno mismo, ya sea haciendo una pausa en el trabajo para relajarse o tomándose un tiempo para hacer algo que le guste. Hay muchas formas de reducir la ansiedad, así que busca la que mejor se adapte a ti.
Reflexiones finales
Puede que la ansiedad nunca desaparezca del todo, pero al aprender a vivir en el presente y aceptando la ansiedad como lo que es, puedes disminuir su impacto en tu vida. Es importante recordar que el futuro siempre es incierto, pero si nos centramos en el presente y aceptamos que la ansiedad siempre formará parte de nuestras vidas, podremos vivir más cómodos y con menos estrés.