Cuando nos conformamos con menos, estamos dando a entender que lo que tenemos no es suficientemente bueno. Estamos dando a entender que hay algo mejor ahí fuera y que deberíamos buscarlo.
Esta actitud puede tener un impacto negativo en nuestras vidas. Cuando nos conformamos con menos, a menudo acabamos sintiéndonos infelices e insatisfechos. Podemos sentirnos frustrados con nuestra situación actual, lo que puede provocar ira y resentimiento. Y finalmente, esta insatisfacción puede llevarnos a la depresión.
Entonces, ¿qué debemos hacer cuando nos enfrentamos a la tentación de conformarnos con menos? En primer lugar, es importante recordar que nunca merece la pena conformarse con nada. Lo que te ofrezcas, ya sea un trabajo o una relación, no va a ser perfecto. Tendrá sus desventajas y es probable que experimentes cierta frustración por el camino.
Pero eso no significa que debas renunciar por completo a tus objetivos. Debes seguir esforzándote por alcanzar la excelencia, pero no debes dejarte arrinconar por el perfeccionismo o la presión de los demás. Sé razonable contigo mismo y deja margen para crecer. Y, por último, recuerda que siempre hay algo -por pequeño que sea- por lo que merece la pena conformarse.
No tenga miedo de pedir más
No te conformes con menos. Conoce tu valía y exige más en tus relaciones, tanto personales como profesionales. Cuando tengas claro lo que quieres y te sientas cómodo pidiéndolo, verás que es más probable que la gente te lo dé. Y no tengas miedo de defenderte cuando sea necesario: nadie quiere trabajar con alguien que no quiere o no puede defender sus intereses.
La comparación es clave
La comparación es clave cuando se trata de la autoestima. Para medir nuestra propia valía, necesitamos compararnos con los demás. Esto puede ser bueno o malo. cosa malapero es una parte esencial de la naturaleza humana. Necesitamos saber cómo nos comparamos con los demás para sentirnos bien con nosotros mismos. Podemos utilizar esta información para mejorar nuestras vidas y tomar decisiones que nos beneficien.
La comparación también es importante a la hora de tomar decisiones sobre lo que queremos en la vida. Si no tenemos puntos de comparación, es posible que no sepamos lo que queremos o adónde queremos ir. La comparación también puede ser útil para saber lo que es posible y lo que no. Si no te comparas, puede que nunca desarrolles todo tu potencial.
Sin embargo, es importante ser consciente de las consecuencias de compararnos con los demás. Si nos comparamos constantemente con los demás, podemos desilusionarnos con nuestras propias capacidades. También podemos empezar a sentir que no merecemos lo que tenemos porque no podemos compararnos con las personas que parecen tenerlo todo a su favor.
La comparación también puede llevarnos por un camino negativo en nuestras vidas. Por ejemplo, si quiero un trabajo pero no encuentro nada comparable al que tienen mis amigos, puedo empezar a sentirme poco apreciado e infravalorado. Esto puede llevarme a la depresión o a otros problemas de salud mental. Es importante ser consciente de las consecuencias de la comparación para no acabar sintiéndonos mal con nosotros mismos.
¿Cómo pedir más?
La negociación es clave. Nunca es tarde para pedir más, y a veces la mejor manera de conseguir lo que quieres es empezar a negociar desde una posición de fuerza. He aquí tres formas de negociar mejor:
1. Conozca su valor. Lo primero y más importante es saber lo que vales en el mercado. No es fácil, pero es importante tener una idea de lo que vales para poder empezar las negociaciones desde una posición de fuerza. También debes estar preparado para marcharte si no se cumplen tus exigencias.
2. Prepárate con opciones. Si no se cumplen tus exigencias, es importante que estés preparado con otras opciones. Por ejemplo, esperar a que le hagan una oferta mejor, irse a otro sitio o incluso amenazar con marcharse.
3. Sé persistente y flexible. No te desanimes si tus peticiones no se cumplen de inmediato. A veces cuesta un poco más de esfuerzo conseguir lo que queremos, pero la persistencia es clave para conseguir lo que queremos en la vida.
Reflexiones finales
Cuando te conformas con menos, siempre estás arriesgando algo. Puede que no consigas lo que quieres, o que lo que creías que era un buen trato no lo sea tanto después de todo. Conformarse también puede llevar a la decepción y al arrepentimiento. Al final, siempre es mejor aspirar a algo más grande que lo que hay en ese momento. Cuando persigues tus objetivos con devoción, todo lo demás encaja, incluida la calidad de tu vida.